La historia moderna de David contra Goliat es la historia de Yasmine Motarjemi contra Nestlé

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Ella intentó por años evitar que muchos productos de Nestlé no sean peligrosos para los consumidores, la empresa la despidió en el 2010.

Yasmine Motarjemi es una destacada experta en temas de seguridad alimentaria que trabajó durante muchos años en la Organización Mundial de la Salud y que, gracias a su talento, fue reclutada por la empresa más grande en productos alimentarios, Nestlé.

El puesto que se le ofreció a Motarjemi a inicios del 2000 fue justamente encargada a nivel mundial de la seguridad alimentaria del grupo Nestlé. Sin embargo, en el 2010, y luego de sufrir un ambiente hostil de trabajo, Motarjemi fue despedida por Nestlé por pedir que varios productos de la empresa pasen por mejores sistemas de seguridad antes de ser vendidos al público.

Como su contrato con la transnacional le impedía divulgar información relacionada a su trabajo, Motarjemi decidió llevar el caso a los tribunales de Suiza, sede de Nestlé, para que la verdad se vuelva pública y los consumidores puedan conocer los estándares tan bajos y hasta mortales de algunos productos de Nestlé

Vender es más importante que la seguridad de los consumidores

YASMINE MOTARJEMI HA DECIDIDO QUE SEGUIRÁ CON EL JUICIO HASTA EL FINAL. FOTO: FRANCE CULTURE.

Motarjemi cuenta que los primeros años de su puesto en Nestlé se los pasó visitando fábricas para verificar si cumplían mínimos de seguridad alimentaria, durante este proceso no registró ningún inconveniente contra la empresa.

Sin embargo, todo comenzó cuando en el 2003 se enteró el caso de dos bebés que casi se asfixian por consumir productos de Nestlé que, supuestamente, eran para su edad. Al buscar más información descubrió que había más de 40 denuncias y que no se habían tomado medidas hasta el momento. Por lo que exigió cambiar los materiales del producto, lo que se hizo luego de un tiempo.

Pero, en ese momento Motarjemi se dio cuenta que no le daban toda la información cuando algún producto de Nestlé ponía en riesgo la salud de los consumidores. Y tal como lo imaginaba la situación se repitió luego cuando pedía validar los criterios de vitaminas de algunos productos pero la empresa se negaba.

La respuesta general de Nestlé era que esos productos ya habían sido validados y que no valía la pena volver a hacerlo de nuevo. Sin embargo, Motarjemi que seguía siendo la directora de la seguridad alimentaria en Nestlé tenía la misión de vigilar por la seguridad de todos los productos, aunque la propia empresa le hiciese imposible realizar su trabajo.

Los casos de productos de baja calidad que amenazaban a los consumidores se repitieron con los años: en el 2005 Nestlé-Purina era acusada de provocar la muerte de perros y gatos, en el 2008 el escándalo del aceite de girasol de Ucrania, que también abastecía a Nestlé, es considerado peligroso para la salud, luego pasó lo mismo con productos venidos de China.

Motarjemi intentó usar todos los métodos para pedir que se revisen los mecanismos de revisión de la seguridad alimentaria en Nestlé pero cada vez era más ignorada e incluso la dejaban fuera de reuniones importantesen los que se discutían los productos para los consumidores.

Hasta que en el 2010 se cansaron de su inagotable insistencia y la despidieron. Pero ella no se quedó callada y ahora lleva siete años de juicio contra la empresa por acaso laboral y despido arbitrario. Sin embargo, Nestlé sigue alargando el juicio todo lo que pueda para intentar que Motarjemi se canse o no pueda financiar más el costoso juicio de años.

El caso volvió a ser recordado en algunos países porque la radio France Culture le dedicó un programa completo en el que se le consideraba una “ciudadana que cambia al mundo”, en el reportaje la experta en temas alimentarios asegura que seguirá con su denuncia hasta el final.

“En el mundo occidental, apoyamos de diversas maneras a los disidentes políticos de países tiranos, ¿por qué los denunciantes que actúan por el bien de la sociedad no son apoyados? Por último, todo esto era mi deber con la sociedad y la humanidad. Si mi experiencia se puede utilizar para aumentar la conciencia, entonces mi vida, mi batalla y mis sufrimientos tendrán sentido”, dice Motarjemi en un comunicado.

El caso de Motarjemi es el de un heroísmo silencioso que bien podría cambiar la industria alimentaria y los mecanismos con los que estas realizan sus productos para los consumidores. Si llega a caer Goliat todos habremos ganado, pero solo gracias a ella.

Fuente: La Mula