Estos animalitos descansan en la Plaza de Armas de Bambamarca, la Plaza recién inaugurada con piso de piedra laja.
Según don Segundo Ruiz Hoyos, responsable de los jardines, los animales no solo duermen en la Plaza de Armas, sino rascan, defecan y muerden las plantas. Don Segundo reniega porque cuando llega por las mañanas encuentra varias plantas, además tiene que recoger el estiércol. «La situación empeora» – dice don Segundo, cuando llega una perra en celo; por eso, propone que la Municipalidad debe prepar un plan de esterilización de canes; porque según él, podría desminuir el número de «perros vagos».
En realidad en Bambamarca hay muchísimos perritos sin dueño. Sucede que varios de los vecinos de la ciudad traen sus mascotas y luego las votan a la calle, o de apoco los animales siguen a sus dueños, desde la zona rural. Hace algún tiempo, en la gestión de don «Mil Amores», hablaron de una Perrera Municipal, pero sólo fue un buen dicho del momento. Aunque, es muy fácil identificar a los dueños, basta con seguir al animal. Podría funcionar una ordenanza municipal que sancione a la persona que abandona su mascota en la calle.