Perú: La más sanguinaria

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Isaac Bigio

En la historia mundial ha habido alrededor de 70 presidentas, además de otras 70 mujeres que han sido o son mandatarias en otros países que no tienen repúblicas presidencialistas. Ninguna de ellas ha debutado en sus cargos ordenando disparar a matar contra manifestantes en diversos puntos a lo largo y ancho de su propio territorio.

Tras más de dos siglos de vida republicana, casi tres como colonia española y otros siglos más bajo de incario, por primera vez en el territorio peruano una dama se ha convertido en jefa de Estado. Sin embargo, cuando entramos a la quinta semana de su administración, el principal legado de esta señora es el de los disparos a civiles con armas de fuego.

Desde el 7 de diciembre, en que fue posesionada, hasta el 9 de enero, en que se produjeron 19 muertos en Juliaca, han pasado 33 días. En ese lapso la represión ha causado 47 pérdidas humanas, un promedio de un fallecido cada 17 horas. La mayoría de estas bajas han sido producidas por armas de fuego, las cuales han sido utilizadas contra miles de manifestantes.

Nunca antes un gobierno civil en Lima ha debutado matando a tantos manifestantes. Estas muertes se han dado en las localidades más dispersas: desde cerca del océano hasta los cuatro mil metros sobre el nivel del mar. Hay fallecidos en 7 de los 24 departamentos del Perú (Ayacucho, Apurímac, Junín, La Libertad, Cusco, Arequipa y Puno), los que se encuentran en las tres regiones verticales (costa, sierra y selva) y longitudinales (norte, centro y sur).

Hoy hay más de 100 democracias occidentales en distintos países y dependencias de las Américas, Europa y Oceanía. No encuentro un solo caso en el cual un Gobierno haya matado a casi 50 personas antes de cumplir sus primeras cinco semanas en el poder.

MUJERES EN EL PODER

Al comparar el accionar que han tenido todas las gobernantes del mundo con el que hoy tiene el Perú, los resultados son sorprendentes.

La primera mandataria no monárquica del mundo fue Khertek Anchimaa-Toka, quien en 1940-44 presidió la “República Popular de Tuva”, antes de que esta fuese absorbida por la Unión Soviética. Pese a su autoritarismo y a que ella apoyaba los esfuerzos de guerra de sus dos vecinos (Stalin en Eurasia y Mao en China), jamás se produjo ese nivel de masacres durante su cuatrienio.

La primera presidenta constitucional del mundo fue Isabel Perón, en Argentina, entre 1974 y 1976. En esta república también se encuentra la dama que más tiempo ha estado en Palacio presidencial en el planeta. Cristina Fernández de Kirchner, quien proviene del mismo partido peronista, ha estado cuatro periodos en la Casa Rosada. El primero y el cuarto como vicepresidenta y entre esos dos ha sido electa dos veces presidenta (2007-11 y 2011-15).

Durante el mandato de la viuda de Perón hubo varios hechos de violencia y ella dejó operar a los escuadrones de la muerte de la AAA. Sin embargo, “Isabelita” no debutó en su puesto ordenando abalear manifestantes. Cristina, por su parte, ha confrontado distintas protestas en su contra pero no ha ordenado tampoco disparar indiscriminadamente contra estas.

Además de ella, la única otra presidenta americana que ha estado ocho años en el poder, aunque en dos cuatrienios no consecutivos, ha sido Michelle Bachelet (Chile 2006-10 y 2014-18). Pese a las huelgas, marchas juveniles o protestas mapuches, ella tampoco reaccionó como Boluarte.

Cuando Dina Boluarte asumió la presidencia peruana, el Grupo de Puebla (que une figuras izquierdistas y centro-izquierdistas de Iberoamérica) la apoyó señalando que ella “tiene el encargo histórico de conservar el proyecto político progresista por el cual votó el pueblo del Perú”.

Dentro de los firmantes de dicho bloque están Dilma Rousseff (quien en Brasil llegó a la Presidencia en 2008 y 2012 obteniendo la mayor cantidad de votos con la cual una mujer haya llegado al poder) y Xiomara Zelaya (quien es hoy la primera mujer en presidir a Honduras). Nunca ninguna de ellas empleó ese nivel de respuesta policial y militar contra sus opositores, pese a que ambas fueron derrocadas (la primera en mayo del 2016 y la segunda, siendo primera dama, en 2009).

En dicho Grupo se hallan también los Fernández de Argentina, el actual presidente socialista de Chile, Gabriel Boric, los dos presidentes del Frente Amplio que gobernaron Uruguay en 2005-20, el primer y el segundo presidente del Movimiento Al Socialismo, los cuales han gobernado Bolivia en 2005-19 y desde el 2020 hasta hoy, y varias figuras del actual gobierno español. Ninguno de ellos mandó a sofocar en sangre las protestas, las cuales fueron muchas. Michelle Bachelet o Evo Morales no quisieron repeler con balas a quienes se les enfrentaron.

DINA: A BALEARTE

Boluarte ha respondido a las protestas con una violencia especial y que en nada se parece a la que afrontaron vecinos suyos sometidos a circunstancias afines. El actual primer ministro Alberto Otárola declaró en Lima que no era posible permitir que miles de manifestantes fuesen a ocupar el aeropuerto de Juliaca (como antes tampoco lo permitieron en el caso del de Ayacucho). Estos aeropuertos son de tráfico local y limitado y se encuentran en ciudades que ocupan el puesto 14 o 15 dentro de las más pobladas del Perú.

En cambio, el gobierno de Luis Arce debió hacer frente a la ocupación de DOS aeropuertos en Santa Cruz, la urbe más grande y rica de Bolivia, por la cual pasan muchos vuelos internacionales e intercontinentales. Los “socialistas” altoperuanos lograron liberar estas instalaciones y hacer frente a las demostraciones de protesta contra el encarcelamiento del gobernador cruceño Fernando Camacho (ordenado por la Justicia por su participación en el golpe y las masacres de noviembre 2019) sin matar a nadie.

Más serio fue el caso que se dio en Brasilia cuando miles de partidarios del anterior presidente Jair Bolsonaro, quienes, al igual que Donald Trump y Keiko Fujimori, no han querido reconocer su derrota electoral, tomaron las sedes del Ejecutivo, el Congreso y el Tribunal Supremo. Sin embargo, todas esas manifestaciones fueron despejadas sin producir un solo fallecido.

La única presidenta americana que ha ordenado disparar a manifestantes es Jeanine Áñez, presidenta de Bolivia (2019-20), quien hoy está presa acusada de golpista, dictadora y masacradora. Boluarte, cuando no llevaba ni la décima parte de lo que Áñez gobernó en Bolivia, ya la ha superado en un 50% si hablamos del número de ejecuciones extrajudiciales.

OTROS CASOS

Hoy la mandataria que más lleva en el poder es Margarita II, quien el 14 de enero cumple 51 años como reina de Dinamarca. En todo ese medio siglo la patria de los vikingos jamás vivió un episodio parecido al que hemos visto en el Perú.

Elizabeth II, la reina que más tiempo gobernó en el mundo, tampoco ordenó que se disparara a discreción en contra de masas inermes. El terrorismo armado del IRA merece una reflexión distinta.

Margaret Thatcher, a quien se le apodó como la “dama de hierro” por su dura represión a sindicatos y huelgas, fue la única persona que en el último siglo gobernó 11 años ininterrumpidos al Reino Unido. A pesar de las legiones de detractores que tuvo (y tiene) nadie pudo acusarla de ordenar una masacre.

Si nos remontamos a monarquías o Estados autoritarios hemos de encontrar casos de mandatarias que han sido muy crueles. Sin embargo, la primera presidenta del Perú se ha convertido en la mujer gobernante más sanguinaria que haya tenido cualquier democracia multipartidaria en la historia universal.

Fuente: Hildebrandt en sus trece, Ed 618 año 13, del 13/01/2023, p15

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