Unos los llaman «capricohos», otros «desobedientes»; lo cierto es que algunos personas de Bambamarca sacaron imágenes de vírgenes a la calle el 16 de julio.
La falta de respeto a la vida y salud de las personas afectadas por el coronavirus se mostró en Bambamarca en el día central de la fiesta patronal. El sacerdote abrió el templo y algunas personas trajeron en vehículos imágenes para pasearlo por las calles de la ciudad. La irresponsabilidad de los «fieles» provocó la curiosidad del público que no tardó en en agruparse para comentar la desobediencia.
Pese a las notificaciones y recomendaciones por parte de las autoridades, los «devotos» intentaron realizar novenas quemando fuegos artificiales.